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Había una vez un pequeño pajarito llamado Pinqui. Sus plumas eran de color verde y amarillas, tenía un ala rota.
Vivía en una tienda de animales junto a otros pájaros de distintas especies.
Un día, pasaba por allí un niño llamado Luis y al ver el escaparate tuvo curiosidad y entró.
Se acercó a la jaula donde estaba Pinqui y le preguntó al vendedor ¿cuánto vale este pajarito? El vendedor respondió: ese pajarito no vale nada. El niño insistió, ¿cómo que no vale nada señor? Ese pajarito valdrá como todos los demás.
El vendedor siguió respondiendo: ese pajarito no puede volar, tiene un ala rota por lo que no podrá jugar contigo.
No señor, dijo Luis, yo también tengo una pierna rota y no puedo correr como los demás niños pero eso no significa que no valga nada. Entonces, el vendedor comprendió las palabras que el niño decía y se dio cuenta que todos somos iguales aunque seamos distintos.
Luis se llevó el pajarito a casa y lo cuidó con mucho cariño y amor.
Ana Medina 2º B