LA PLUMA DEL PÁJARO MÁGICO

Era un buen día y un niño se encontró una pluma dorada en el patio de su casa. Entró, encendió la tele y vio un señor diciendo que quién encontrara una pluma dorada, tenía que ir a buscar al pájaro mágico para ver si podía hablar. El niño buscó en muchos sitios y al final lo encontró y el pájaro le dijo: - ¡Hola!
El chiquillo se quedó asombrado y le dijo al pájaro: - ¡Sabes hablar!
- Sí -dijo el pájaro.
-Yo he venido a buscarte para saber qué poderes tienes.
-Tengo cuatro poderes: agua, tierra, aire y fuego. Con el agua hago crecer ríos, con la tierra hago crecer montañas, con el aire te hago volar y con el fuego puedo quemar. Por mala suerte durante un combate con la malvada águila negra, he perdido una pluma dorada que me da los poderes.
- Tengo yo la pluma, toma.
El pájaro se puso la pluma en la cabeza y así tuvo los poderes otra vez.
-Tú me has dado los poderes- le dijo el pájaro - y yo te protegeré para siempre. Y desapareció.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Lorenzo Farci 2º B