Había una vez un niño que se llamaba Juanito que tenía un problema de visión.
A él le gustaba el fútbol entre otras muchas cosas.
Por su cumpleaños le regalaron una pelota con cascabeles especial para ciegos.
Un día su madre le dijo:
-Vamos a comprarte unas lentillas.
Y Juanito se puso muy contento al comprender que por fin podría ver con claridad.
A pesar de que ya podía ver, Juanito continuaba jugando con sus compañeros ciegos, solo que a partir de ahora cerraría sus ojos para estar es las mismas condiciones que sus amigos.
Era al fin un niño muy feliz.
Eloy 3ºB
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