Anochecía
en el limonero,
se
oscurecía el cielo.
Las
estrellas brillaban
y
los búhos ululaban.
Los
animales dormían,
luego
el sol salía.
Comenzaban
a despertar,
y los pájaros a cantar.
Pasaban
las horas,
la
noche de nuevo llegaba.
el
sol de nuevo dormía.
Cristina Berenguer Ramos
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