Érase una vez un niño que se llamaba Garbancito.
Era un comilón porque le gustaban mucho las zanahorias y el maíz.Pero......el problema que tenía era que su barriga era muy chica. Entonces le preguntó a su madre:
- Mamá ¿cómo puedo solucionar este problema?
- Hijo, cada uno es como es; unos más altos, otros más bajos, rubios, pelirrojos,.....Tienes que aceptarte como eres, " pequeñito pero con un gran corazón".
Elena López, 3º B
Hola Elena, me gusta mucho tu cuento. Garbancito es muy gracioso y está muy bien el valor que hay en la historia: aceptarnos como somos.
ResponderEliminar