Érase una vez, un pueblo muy pobre cercano a un bosque. En el
bosque había un manantial por eso todos los días los habitantes del pueblo
tenían que ir allí a recoger agua.
Una noche un niño del
pueblo llamado Raúl fue al bosque a explorar. Detrás de un árbol descubrió un
cuerno y un sombrero verde. Se acercó para ver con más nitidez y vio a un
unicornio y a un duende cerca del río. De repente se levantó una niebla oscura y el duende gritó:
- ¡Es él, viene a por mí!
Entonces de la niebla
salió un hombre con una capucha negra, cogió al
duende y se fue con la misma niebla. En ese momento el unicornio que me
había estado observando dijo:
- ¡Hola! me llamo Alex, tú ¿cómo te llamas?
- Me llamo Raúl.
- Mi amigo, el duende, se llama Fermín y lo ha cogido el Señor
Oscuro.
-Te voy a ayudar- dijo Raúl.
- ¡Vamos! mi amigo está detrás de esa montaña que es el lugar
del Reino Oscuro.
- Pues vamos a salvarle - dijo Raúl.
Cuando estaban
llegando a la montaña encontraron a
otros amigos de Alex y de Fermín que formaron el Ejército de la Luz para luchar
contra el Ejército Oscuro, que tenía a Fermín. Raúl se unió al Ejército de la
Luz, con Alex y sus amigos. Raúl montado a lomos de Alex, el unicornio dijo:
-¡A la carga!
Pelearon y pelearon
hasta que ganaron y rescataron a Fermín. Fermín y Alex acompañaron a Raúl al
pueblo en agradecimiento. Se despidieron
de él y cuando llegó a su casa sólo habían pasado unos minutos.
Manuel Lombardo Molero 3ºB
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