Samuel le dijo a su madre: -¿Mamá lo podemos adoptar?.
Su madre contestó: -Si te haces responsable de él te lo puedes quedar.
Al día siguiente lo llevaron al veterinario, donde le vacunaron y le desparasitaron. Cuando llegaron a casa le dieron de comer. Después de tres vasos de pienso, cayó dormido.
Mientras el perro dormía fueron a una tienda y le compraron una caseta con su nombre, "Tuco"´
Al despertar, Tuco se alegró mucho al ver su nueva casa, pensando en que volvía a tener una vida normal.
Carlos Gutiérrez 3º B
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