Glina era altísima, tenía los ojos azules, pelo rubio y unas piernas tan largas como el cuello de dos jirafas. Era muy buena y sincera, no tenía secretos. A ella le gustaba hacer magia y bailar en los Carnavales.
Un día tenía que ir a otro pueblo llamado “El Costerón” , que estaba en Cádiz. Pero a Cádiz se tarda una hora y tuvo que parar quince veces a beber agua.
De repente, su coche se estropeó. Entonces, llamó a su amigo Carlos que lo arregló y gracias a su ayuda pudo llegar a tiempo a bailar al Carnaval.
Glina comprendió algo nuevo: que hay que hacer cosas por los demás y que ella con su magia también podría ayudar a quien lo necesitara.
Y colorín colorado este viajero cuento se ha acabado.
Marina 2º B
Estoy muy orgullosa de ti, hija. Aunque te he ayudado un poquieto, lo has hecho casi sola. Enhorabuena a ti y a todos los que estáis escribiendo cuentos tan preciosos y a la Seño Mª Carmen, por supuesto, que os enseña y os anima a hacer estas cosas. Mami.
ResponderEliminarEs muy bonito tu cuento, Marina. Me gusta sobre todo la descripción de Glina y que comprenda que todos podemos ayudar a los demás, cada uno a su manera. Sigue escribiendo tan bien. Un besito. La mamá de Sara.
ResponderEliminarme ha encantado ...
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